lunes, 26 de mayo de 2014

El sueño

Se trata de un sueño fisiológico de baja activación cerebral. Su principal función es reparar el
organismo para poder seguir la vida en condiciones optimas. Repara nuestros tejidos, sobre todo los cerebrales. Influye en el crecimiento y consoliddación de la memoria.
El sueño actúa en nuestras emociones, activa los circuitos cerebrales asociados a la emoción. Cuando las personas no pueden dormir, sufren trastornos tanto psicológicos (falta de concentación, estado irritable, etc) como físicos (cansacio, pocos reflejos, etc). El trastorno más habitual del sueño es el insomio.
Mientras dormimos se van alternando dos clases distintas de sueño: el llamado REM, caracterizado por la exisrendia de un movimiento rápido de los ojos, y otro llamado ondas lentas. 

En la fase REM se producen gran actividad cerebral y sueños intensos. El corazón aumenta de rismo, así como la respiración, y los ojos parpadean de manera intensa. La musculatura permanece relajada, por eso se denomina sueño paradójico.

El sueño de ondas lentas puede dividirse en cuatro fases:

Fase 1: Transición de la vigilia al sueño, ocupa cerca del 5% del tiempo de sueño. Desaparecen las ondas alfa y son sustituidas por ondas más lentas.
Fase 2: Representa más del 50% del tiempo de sueño. El tono muscular empieza a debilitarse, es el principio del sueño.
Fases 3 y 4: Se corresponden con el sueño más profundo ya que es cuando desaparecen las ondas delta. El tono muscular es débil y la frecuencia cardíaca y respiratoria disminuye. Durante estas fases se producen los sueños.




Durante la noche se van repitiendo estos ciclos de cuatro fases, con una duración de una hora y media cada uno aproximadamente, por lo que se dan varias repeticiones del sueño REM. Este es el más importante en los últimos ciclos, es por eso que la mayoría de los sueños que recordamos al despertar corresponden a la etapa REM del último ciclo de sueño.


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