En épocas anteriores la razon tenía mayor prestigio que las emociones pero, en los últimos años la neurociencia ha demostrado que las emociones son las que ejercen mayor influencia en nuestras
conductas, influyen en como somos e incluso a nuestra salud.
En los procesos mentales tanto la razon como las emociones trabajan juntas, tienen distintas estructuras cerebrales para interaccionar entre si. La corteza prefrontal se encarga de las decisiones y razonamientos mientras que la amígdala y el hipocampo, se encargan de las emociones.
Todos los seres humanos por muy diferentes que seamos respondemos a una serie de emociones:
- Ira - Provoca una contracción en los músculos, acelera nuestro ritmo cardiaco y comenzamos a segregar adenalina, mediante esto nuestro cuerpo nos prepara para luchar y poder defendernos.
- Miedo - Hace que salgamos huyendo de aquello que nos produce este sentimiento, quiere advertirnos de una amenaza.
- Asco - Nos proteje de alimentos en mal estado o incluso veneno que podría dañar nuestra salud.
- Tristeza - Aparece mediante pérdidas importantes y nos ayuda a que los demás observen que necesitamos ayuda.
- Sorpresa - Ante un estímulo, positivo o negativo, hace que nos detengamos para pensar bien la respuesta que queremos elegir.
- Alegría - Es capaz de producirnos una sensación de bienestar, seguridad y euforia que hace que queramos retrasmitir a los demás esa buena sensación.
Cada vez que sentimos algunas de estas sensaciones se activan nuestros nervios, se liberan hormonas, se acelera el ritmo cardíaco y se ponen en funcionamiento muchos más de nuestros mecanismos, nuestro cuerpo se moviliza para prepararnos para la situación. Todo esto sucede en forma de sentimiento antes de percibirla.
Los seres humanos no debemos eliminar nuestras emociones y ser simplemente racionales pero tampoco podemos convertirnos en seres completamente emotivos, debemos de conseguir un equilibrio de emoción-razón porque la razón nos ayuda a gestionar nuestras emociones para poder expresarlos de una manera adecuada, a esto se le llama inteligencia emocional.
Mediante la razón somos capaces de ordenar, dar sentido e interpretar todo aquello que pasa en nuestras vidas .
Las emociones y los pensamientos constituyen una parte esencial de nuestras vidas.
Siempre se pensó que los animales y los humanos nos guiabamos simplemente por el instinto, por las pasiones. Actualmente sabemos que los seres humanos poseemos algo que los animales no tienen, la razón.
Según Aristoteles, lo que nos separa a los seres humanos de los animales es la capacidad de hablar, la palabra.
Descartes afirma que el hecho de que los animales no sean capaces de hablar indica que no poseen una mente racional como la nuesta.
Ser racional es pensar y pensar es como hablar en voz baja por lo tanto, el ser que piensa es el ser que habla.
Según Freud, la consciencia es la punta del iceberg de nuestra personalidad, la parte que aflora al exterior y sobre la que tenemos el control. Permanece oculto el inconsciente, constituido por una amalgama de impulsos irracionales.
Creiamos que la definición de animales racionales se nos ajustaba demasiado bien pero, actualmente no estamos tan seguros de lo que realmente somos. Creemos que en nuestro cuerpo habitan tanto elementos racionales como irracionales. El deseo desempeña un papel tan importante en nuestras vidas como el de la razón. La razón por si sola no puede explicar la gran complejidad de la vida humana. Toda nuestra vida psíquica está impregnada de afectividad.
Podriamos concluir diciendo que los sere shumanos somos un conjunto de razón y emociones.
Siempre se pensó que los animales y los humanos nos guiabamos simplemente por el instinto, por las pasiones. Actualmente sabemos que los seres humanos poseemos algo que los animales no tienen, la razón.
Según Aristoteles, lo que nos separa a los seres humanos de los animales es la capacidad de hablar, la palabra.
Descartes afirma que el hecho de que los animales no sean capaces de hablar indica que no poseen una mente racional como la nuesta.
Ser racional es pensar y pensar es como hablar en voz baja por lo tanto, el ser que piensa es el ser que habla.
Según Freud, la consciencia es la punta del iceberg de nuestra personalidad, la parte que aflora al exterior y sobre la que tenemos el control. Permanece oculto el inconsciente, constituido por una amalgama de impulsos irracionales.
Creiamos que la definición de animales racionales se nos ajustaba demasiado bien pero, actualmente no estamos tan seguros de lo que realmente somos. Creemos que en nuestro cuerpo habitan tanto elementos racionales como irracionales. El deseo desempeña un papel tan importante en nuestras vidas como el de la razón. La razón por si sola no puede explicar la gran complejidad de la vida humana. Toda nuestra vida psíquica está impregnada de afectividad.
Podriamos concluir diciendo que los sere shumanos somos un conjunto de razón y emociones.
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